7 de enero de 2019
Segunda sesión:
– Proyección del powerpoint «La lucha de las mujeres por la igualdad» sobre la historia del feminismo occidental, basado en los cinco primeros capítulos del libro “Feminismo para principiantes”
– Propuesta de lectura: “Feminismo para principiantes”. Autora: Nuria Varela Menéndez. Segunda parte del libro (desde capítulo 6)
ENTREVISTA DE RUBÉN CASTRO A NURIA VARELA COINCIDIENDO CON LA REEDICIÓN DEL LIBRO «FEMINISMO PARA PRINCIPIANTES»
P. ¿El feminismo sigue siendo visto como una “cosa de mujeres”?
Sí, desde luego. De hecho, hace unos días, cuando puse un tuit anunciando que la reedición de Feminismo para principiantes estaba lista, me preguntaron si era un libro para hombres o solo para mujeres…
P. La nueva reedición de Feminismo para principiantes, esta vez en formato de bolsillo, ha sido bien recibida sobretodo por personas expertas en igualdad. Más allá del entorno profesional y social de la igualdad de género ¿A quien se lo recomendarías?
Creo que es un libro para todo el mundo porque cuenta partes de la historia que habitualmente desconocemos porque no se ven ni se estudian ni en el colegio, ni siquiera en la universidad. Pero se lo recomiendo especialmente a la gente joven (tanto chicos como chicas) porque me parece importante que se hagan adultos sin prejuicios, con una mirada amplia y diversa sobre el mundo y sobre los hombres y las mujeres que lo habitamos.
P. ¿Cuán difícil es sintetizar tantos años de lucha por la igualdad en un libro, sin que éste pierda su lectura amena y accesible al público en general?
Sí, se quedan muchas cosas fuera pero era necesario sino hubiese salido una enciclopedia y ése no era el objetivo. La intención era dar a conocer lo fundamental y meter el gusanillo para que quien lo leyera se quedara con ganas de seguir, por eso hay un montón de citas y bibliografía y referencias a autoras, autores y textos relacionados. Quería que la gente se quedara con ganas de seguir leyendo sobre el tema.
P. ¿Cómo surgió la idea de escribir Feminismo para principiantes?
Por amistad. Me llegaban muchas amigas con la misma pregunta: “Quiero saber cosas de feminismo, ¿por dónde empiezo?” Y a mi me planteaban un dilema porque los textos fundamentales no son buenos para empezar. Quiero decir que si el primer acercamiento al feminismo es Simone de Beauvoir, por ejemplo, quizá provoca el efecto contrario. Es un texto difícil si no se tiene un marco previo. Así que me planteé escribir un texto sencillo, de carácter divulgativo, que hiciera de “bienvenida” al tema y que a partir de su lectura resultase muy sencillo leer a Beauvoir, a Amorós o a Valcárcel.
P. Tu trabajo como reportera de guerra te ha hecho conocer otras culturas en momentos conflictivos, relatando situaciones a priori inadvertidas por la sociedad occidental. ¿Falta conciencia en los medios de comunicación para entender las dimensiones de la violencia hacia las mujeres en el mundo?
Sí, sin duda. La ceguera de los medios de comunicación es la ceguera social. No sólo sobre la violencia, sobre el mundo en general. La visión masculina sobre el mundo ha hecho que nuestro imaginario esté sesgado y sea parcial. Ninguna ciencia ha visto a las mujeres (ni la historia, ni la medicina, la antropología, la lengua, la literatura, las ciencias jurídicas…) El mundo se ha construido sin nosotras y ese déficit aún está presente. Es un lastre muy pesado. Quizá hoy ya no estemos ciegos, pero desde luego tanto la sociedad como los medios de comunicación continúan siendo piratas, luciendo un enorme parche en uno de sus ojos.
P. Tu último libro “La voz ignorada. Ana Orantes y el fin de la impunidad” (que puede adquirirse en ebook) recoge la historia de Ana Orantes, una mujer asesinada cuyo caso supuso un antes y un después en la concepción de la violencia de género en España. ¿Cuál es su objetivo con esta publicación?
Quería hacer un homenaje a Ana Orantes. El diciembre del año pasado se cumplían 15 años de su asesinato y hacía mucho tiempo que daba vueltas a la idea de escribir unas líneas en homenaje y recuerdo a esta mujer valiente. Así que pensé que quince años después era el momento adecuado por varias razones: por el deseo de no olvidar; por el deseo de homenajear a una mujer que perdió su vida por la verdad y por gratitud hacia su valentía que consiguió sacudir un país, modificar sus leyes, romper el silencio y sacar lo que hasta entonces era una cuestión privada al debate público y a la agenda política.
P. Habida cuenta que el machismo y la desigualdad vienen “de serie” en esta sociedad patriarcal ¿Desde qué momento albergas en tu conciencia la causa de la igualdad?
No tengo ni idea. Imagino que es un proceso. Yo nací en la cuenca minera asturiana, lugar de mujeres fuertes, sin duda, y un lugar donde existía en aquella época una gran conciencia social, una fuerte conciencia sobre la justicia y la lucha por los derechos y una larga historia reivindicativa. Eso marca, estoy segura. Luego está la familia, una tradición de mujeres independientes a las que nada asustaba; las lecturas, las amigas… Yo creo que si no tienes orejeras, es muy difícil tener conciencia social y no pararte a pensar sobre tu propia situación y sobre la desigualdad entre hombres y mujeres que nos rodea por todas partes. Y más tarde llegaron los viajes, los reportajes, tener la suerte de poder ver el mundo desde muchos lugares, circunstancias y culturas diferentes… No puedes vivir todo eso y quedarte indiferente.
P. ¿Que libro, película o publicación de otro autor o autora regalarías a quien todavía no han tenido ninguna aproximación de lo que supone la desigualdad de mujeres y hombres?
Ésta es una pregunta muy difícil. Afortunadamente, ya hay un montón de buenos trabajos. A estas alturas, hasta cómic, libros infantiles, canciones… Recuerdo que cuando comencé a escribir Feminismo para principiantes no había apenas ni biografías sobre mujeres ineludibles de nuestra historia. El gran ejemplo sería Clara Campoamor, solo se había editado una biografía por el Instituto de la Mujer y estaba agotada. Recuerdo que me prestaron, casi, casi, bajo juramento de que lo devolvería poco menos que al día siguiente, el único ejemplar que tenían en la biblioteca del Instituto. Ahora ya no hay tantas lagunas ni mucho menos.
Pero para que no creas que eludo la respuesta, voy a confesar una debilidad. No sé cuántas veces he podido ver la película Antonia, una película holandesa de 1995 escrita y dirigida por Marleen Gorris. Si la buscas en google verás que la definen como “un cuento de hadas feminista”… A lo mejor tienen razón, pero confieso que me encanta.
Hola chicas:
Recordáis que ayer os hablé de la película “La gran prueba”. Está interpretada por Dorothy McGuire, Gary Cooper y Anthony Perkins. Como os decía, es una película sobre una familia cuáquera en la época de la Guerra Civil de EEUU (1861-65). La película es la típica de Hollywood de la época pero podéis ver en ella el papel de la madre en la comunidad religiosa (algo impensable en cualquier otra confesión).
Enlace: La gran prueba
Os comentaba que los cuáqueros (y los protestantes en general), al contrario que en el catolicismo, defienden la interpretación personal de la Biblia. Esto suponía que todos (y todas) tenían que saber leer. Esta es la razón fundamental por la que entre las mujeres estadounidenses (la mayoría protestantes) el analfabetismo era mucho menor que entre las europeas. Por eso surgió primero el feminismo norteamericano en el siglo XIX.
Entre estas primeras mujeres feministas destacan las cuáqueras, porque además de saber leer y escribir, tenían un papel muy relevante dentro de sus comunidades religosas y porque se adhirieron a la causa abolicionista de la esclavitud, donde aprendieron también a defender sus derechos como mujeres. Entre ellas hay que destacar a Sarah y Angelina Grimké, que a pesar de haber nacido en una familia propietaria de esclavos, fueron luchadoras abolicionistas y luego feministas. También era cuáquera Lucrecia Mott, que fundó la primera asociación de mujeres contra la esclavitud. Ella y Elizabeth Cady Stanton (ésta era presbiteriana y escribió “La Biblia de las mujeres”) fueron las organizadoras en 1848 de la Convención sobre los derechos de la mujer en Seneca Falls. Cuando terminó la reunión se redactó la famosa Declaración.
Tal y como había quedado, os pongo aquí el discurso de Sojourner Truth «Acaso no soy una mujer»:
https://youtu.be/fu9vjEmGFjU
Y ahora uno sobre Olympe de Gouges:
https://youtu.be/WvRT3olP-0I
Ya estáis registradas las nuevas, por lo tanto podéis hacer comentarios cuando queráis.
Animaos todas!
En la pestaña Blog tenéis la referencia de dos nuevas películas relacionadas con el sufragismo: «Sufragistas» y «Ángeles con mandíbulas de hierro» (la película de la que os hablaba ayer).
Antes de ayer, día 9 de enero, fue el aniversario del nacimiento de Simone de Beauvoir. Os pongo un enlace a una entrevista.
https://youtu.be/CcdT7dQxDkU
Algo que debemos recordar siempre, sobre todo, en tiempos tan difíciles como los que estamos viviendo.

Hola Bego! y todas! Me encantó la última sesión.
Sobre las leyes en España y el tema del adulterio, os comparto un articulito que escribí el año pasado sobre «Mis abuelas y la ley»
Besos!
http://docemiradas.net/mis-abuelas-y-la-ley/
Muchas gracias, Chris, por el artículo.
Estupendo homenaje a tu genealogía familiar femenina. Y tb un buen repaso a la legislación discriminatoria de la época.
Es imprescindible saber de dónde venimos para saber quiénes somos y dónde estamos y, sobre todo, dónde queremos ir.
Besos
Recordad que la próxima sesión es el lunes 28 en Ondategi, c/ Bengolarra, 1 A. Será en el piso de abajo, el espacio del centro de día.